Cerámica de Talavera de la Reina

De los muchos centros alfareros de España aplicados a la producción de cerámica pintada, el de Talavera de la Reina es el que logró mayor renombre, alcanzando su apogeo en el siglo XVII

Cerámica de Talavera de la Reina

 

Cerámica de Talavera de la Reina

De los muchos centros alfareros de España aplicados a la producción de cerámica pintada, el de Talavera de la Reina es el que logró mayor renombre, alcanzando su apogeo en el siglo XVII, siendo sus productos exportados a toda la península ibérica y a América. 

En Talavera y en Puente del Arzobispo se fabricó una cerámica de exquisita policromía, apareciendo junto a ella, a comienzos del siglo XVII,  otra decorada exclusivamente en azul sobre esmalte blanco, a imagen de las porcelanas chinas de la época Ming.  

     

Cerámica de Talavera: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

En 2019, la fabricación artesanal de cerámica de Talavera de la Reina, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, poniendo de relieve que “los procedimientos de fabricación, decoración y esmaltado de este tipo de cerámica siguen siendo idénticos a los practicados en el siglo XVI”.

                  

Una técnica artesanal de más de cinco siglos 

La cerámica talaverana es un tipo de mayólica —una loza de arcilla decorada con esmaltes metálicos— cuyos usos principales son el doméstico (en forma de vajilla y otros objetos para el hogar), el arquitectónico (en forma de azulejos) y el decorativo (cuya función es más estética que utilitaria). Aunque la antigua tradición de la cerámica talaverana puede ser rastreada en épocas del imperio romano, será el siglo XII (cuando la península ibérica se encontraba bajo dominio árabe), el momento en el cual los musulmanes le otorgarán su diseño, forma y decoración característicos. Esta técnica de fabricación y decoración de cerámica fue adoptada y popularizada por artesanos en Talavera de la Reina en el siglo XVI.

En la actualidad, los ceramistas talaveranos continúan realizando sus piezas del mismo modo en que lo hacían los maestros ceramistas en el siglo XVI – aunque utilizando hornos y tornos eléctricos, y materiales sustitutos del plomo, el uranio y el cadmio, que, utilizados en el pasado, están prohibidos hoy –.

                  

La arcilla necesaria para la creación de las piezas surge del barro de las canteras situadas a orillas del río Tajo. Durante el proceso de fabricación es necesario eliminar impurezas y vaciar de aire la materia prima, la cual luego deberá cocerse a altas temperaturas, hasta lograr así “el bizcocho”, una pieza con la superficie aún porosa. Una vez seca, esa pieza deberá sumergirse en un esmalte vítreo, que operará como color de fondo sobre el cual se realizará una decoración cuidadosa con colores específicos, entre los que destacan el azul, el amarillo, el naranja, el verde y el malva. Como paso final, la pieza volverá a ser horneada, para lograr así fijar el color, y obtener su característica apariencia brillante. El proceso de creación de una pieza puede tomar entre uno y tres meses de minucioso trabajo.

Algunos hitos en la historia de la cerámica talaverana

Siglo XVI. El rey Felipe II ordenó el uso de cerámica de Talavera para la obra del monasterio de El Escorial, encargando su diseño a Jan Floris – un maestro ceramista flamenco que introdujo nuevos procesos y técnicas artesanales provenientes de Italia –. Luego, otros maestros ceramistas introdujeron las técnicas y métodos de las lozas de Delft, de Holanda. 

           

Siglo XVII. El rey Felipe III aprobó una ley suntuaria que prohibía bordados, joyas, oro y piezas de plata, razón por la cual la nobleza se vio obligada a sustituir sus vajillas de metales preciosos por otras de cerámica. La demanda de cerámica de Talavera, pues, se disparó.

   

Siglo XVIII. Es considerado el siglo de la decadencia: las formas se complican con asas muy elaboradas y perfiles curvos, llegando al adocenamiento absoluto. Carlos III, fiel a su política de protección a las artes e industrias nacionales, concedió privilegios y exenciones a los alfares talaveranos, a pesar de lo cual, la cerámica de Talavera no podía competir ya con las nuevas producciones francesas e inglesas.

Siglo XIX. Con la invasión de la península ibérica por parte del ejército francés, entre 1810 y 1812, los alfares y fábricas de Talavera fueron destruidos.

A mediados del siglo XIX,  con la fundación de la fábrica “El Carmen”, Juan Niveiro se transformó en uno de los artífices de la recuperación de la cerámica talaverana. 

Siglo XX. En 1908, Juan Ruiz de Luna junto al pintor y ceramista Enrique Guijo pusieron en marcha la fábrica de la Virgen del Prado, recuperando formas y temas de la producción talaverana renacentista y barroca. Otros alfares nacidos durante el siglo XX fueron los de Henche, Montemayor y Nueva Menora.


 

 

 

 

 

La cerámica de Talavera y su representación en las artes 

En virtud de su gran popularidad en la sociedad española, y siendo usadas tanto por nobles como por humildes, las piezas de cerámica de Talavera de la Reina pueden encontrarse frecuentemente representadas en las pinturas de grandes artistas como Francisco de Zurbarán y Diego Velázquez. Las obras de arte, además de ser objetos de contemplación estética o vehículos de expresión y comunicación, también pueden llegar a ser valiosos documentos históricos, en tanto logran poner ante nuestros ojos realidades cotidianas del pasado con marcado realismo. 

      

  

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Cerámica de Talavera de la Reina

De los muchos centros alfareros de España aplicados a la producción de cerámica pintada, el de Talavera de la Reina es el que logró mayor renombre, alcanzando su apogeo en el siglo XVII
28 de septiembre, 2021
Cerámica de Talavera de la Reina

 

Cerámica de Talavera de la Reina

De los muchos centros alfareros de España aplicados a la producción de cerámica pintada, el de Talavera de la Reina es el que logró mayor renombre, alcanzando su apogeo en el siglo XVII, siendo sus productos exportados a toda la península ibérica y a América. 

En Talavera y en Puente del Arzobispo se fabricó una cerámica de exquisita policromía, apareciendo junto a ella, a comienzos del siglo XVII,  otra decorada exclusivamente en azul sobre esmalte blanco, a imagen de las porcelanas chinas de la época Ming.  

     

Cerámica de Talavera: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

En 2019, la fabricación artesanal de cerámica de Talavera de la Reina, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, poniendo de relieve que “los procedimientos de fabricación, decoración y esmaltado de este tipo de cerámica siguen siendo idénticos a los practicados en el siglo XVI”.

                  

Una técnica artesanal de más de cinco siglos 

La cerámica talaverana es un tipo de mayólica —una loza de arcilla decorada con esmaltes metálicos— cuyos usos principales son el doméstico (en forma de vajilla y otros objetos para el hogar), el arquitectónico (en forma de azulejos) y el decorativo (cuya función es más estética que utilitaria). Aunque la antigua tradición de la cerámica talaverana puede ser rastreada en épocas del imperio romano, será el siglo XII (cuando la península ibérica se encontraba bajo dominio árabe), el momento en el cual los musulmanes le otorgarán su diseño, forma y decoración característicos. Esta técnica de fabricación y decoración de cerámica fue adoptada y popularizada por artesanos en Talavera de la Reina en el siglo XVI.

En la actualidad, los ceramistas talaveranos continúan realizando sus piezas del mismo modo en que lo hacían los maestros ceramistas en el siglo XVI – aunque utilizando hornos y tornos eléctricos, y materiales sustitutos del plomo, el uranio y el cadmio, que, utilizados en el pasado, están prohibidos hoy –.

                  

La arcilla necesaria para la creación de las piezas surge del barro de las canteras situadas a orillas del río Tajo. Durante el proceso de fabricación es necesario eliminar impurezas y vaciar de aire la materia prima, la cual luego deberá cocerse a altas temperaturas, hasta lograr así “el bizcocho”, una pieza con la superficie aún porosa. Una vez seca, esa pieza deberá sumergirse en un esmalte vítreo, que operará como color de fondo sobre el cual se realizará una decoración cuidadosa con colores específicos, entre los que destacan el azul, el amarillo, el naranja, el verde y el malva. Como paso final, la pieza volverá a ser horneada, para lograr así fijar el color, y obtener su característica apariencia brillante. El proceso de creación de una pieza puede tomar entre uno y tres meses de minucioso trabajo.

Algunos hitos en la historia de la cerámica talaverana

Siglo XVI. El rey Felipe II ordenó el uso de cerámica de Talavera para la obra del monasterio de El Escorial, encargando su diseño a Jan Floris – un maestro ceramista flamenco que introdujo nuevos procesos y técnicas artesanales provenientes de Italia –. Luego, otros maestros ceramistas introdujeron las técnicas y métodos de las lozas de Delft, de Holanda. 

           

Siglo XVII. El rey Felipe III aprobó una ley suntuaria que prohibía bordados, joyas, oro y piezas de plata, razón por la cual la nobleza se vio obligada a sustituir sus vajillas de metales preciosos por otras de cerámica. La demanda de cerámica de Talavera, pues, se disparó.

   

Siglo XVIII. Es considerado el siglo de la decadencia: las formas se complican con asas muy elaboradas y perfiles curvos, llegando al adocenamiento absoluto. Carlos III, fiel a su política de protección a las artes e industrias nacionales, concedió privilegios y exenciones a los alfares talaveranos, a pesar de lo cual, la cerámica de Talavera no podía competir ya con las nuevas producciones francesas e inglesas.

Siglo XIX. Con la invasión de la península ibérica por parte del ejército francés, entre 1810 y 1812, los alfares y fábricas de Talavera fueron destruidos.

A mediados del siglo XIX,  con la fundación de la fábrica “El Carmen”, Juan Niveiro se transformó en uno de los artífices de la recuperación de la cerámica talaverana. 

Siglo XX. En 1908, Juan Ruiz de Luna junto al pintor y ceramista Enrique Guijo pusieron en marcha la fábrica de la Virgen del Prado, recuperando formas y temas de la producción talaverana renacentista y barroca. Otros alfares nacidos durante el siglo XX fueron los de Henche, Montemayor y Nueva Menora.


 

 

 

 

 

La cerámica de Talavera y su representación en las artes 

En virtud de su gran popularidad en la sociedad española, y siendo usadas tanto por nobles como por humildes, las piezas de cerámica de Talavera de la Reina pueden encontrarse frecuentemente representadas en las pinturas de grandes artistas como Francisco de Zurbarán y Diego Velázquez. Las obras de arte, además de ser objetos de contemplación estética o vehículos de expresión y comunicación, también pueden llegar a ser valiosos documentos históricos, en tanto logran poner ante nuestros ojos realidades cotidianas del pasado con marcado realismo.